Capítulo 5: Hermosa Luna; ¡Puntos de destino fáciles!
'Entonces, ¿no puedo matar a un Hijo Predilecto del Cielo hasta que agote su Fortuna hasta cierto punto?
Ya había estado hablando con el Sistema durante un tiempo, y Gu Changge no pudo evitar levantar una ceja cuando escuchó la explicación del Sistema.
[¡Así es, Anfitrión! La fortuna es algo escurridizo e incalculable, así que aunque no es difícil matar a Ye Chen con tu fuerza actual, eso seguramente traerá una serie de variables y cambios inesperados.]
[Y la mayor variable, Anfitrión, eres... ¡tú!]
El Sistema explicado.
Un Hijo Predilecto del Cielo sí era un Hijo Predilecto del Cielo, tanto que, probablemente, el mismo Señor Dios los protegía.
Y si uno quisiera poner el sesgo en los términos más simples, sería algo así como: '¡Si Gu Changge intentara matar a este Ye Chen en este momento, una Tribulación Celestial podría descender y borrarlo de la existencia primero!'
Pero, ¿y qué si los Cielos lo estaban protegiendo? Todavía podía molerlo lentamente hasta la muerte.
Gu Changge se rió en su mente, sin preocuparse realmente por las restricciones. Después de eso, echó un vistazo al valor de la fortuna de todos los demás en la sala.
En segundo lugar a los 500 puntos de valor de fortuna de Ye Chen, se destacó Su Qingge, con 350 puntos de valor de fortuna a su nombre, y este hecho fortaleció aún más la suposición anterior de Gu Changge: Su Qingge era la heroína, y no había duda al respecto.
Es solo que se preguntó qué pasaría si devorara a este Su Qingge en este momento. ¿Sufrirá él también una reacción violenta de la fortuna de ella?
Si es así, entonces la pérdida sería mayor que la ganancia.
Ya sea el presente o el pasado, no era un hombre hambriento que pensaba solo con su mitad inferior.
El concepto de Valor de Fortuna puede ser imperceptible, pero era un hecho que existía y podía afectar la realidad. ¿No sería el mayor perdedor si se matara a sí mismo?
Por supuesto, no estaba completamente sin opciones. Mientras extinga todo su valor de fortuna, ¿no serán peces impotentes en el tajo?
Al igual que el Sistema le había dado previamente un aviso: [¡Ding! Humilla a Ye Chen frente a todos. ¡Ye Chen perderá diez puntos de su valor de fortuna, mientras que el anfitrión recibirá 50 puntos de destino!]
50 Puntos de Destino no eran ni demasiado, ni demasiado poco. Había mucho que Gu Changge podía hacer con los Puntos de Destino; podría mejorar su Cultivo o actualizar su Talento.
En comparación con otros que se cultivan pacientemente paso a paso durante largos períodos, ¿no fue increíble simplemente agregar puntos a todo y subir de nivel usando este truco?
"Ye Chen desafió públicamente las leyes de la secta e incluso insultó al joven señor Gu... ¡Guardias! Llévenlo a la mazmorra y dejen que el joven señor Gu decida su destino".
El Gran Anciano de la Sala del Juicio habló en este momento. De complexión corpulenta y rostro cuadrado: el Anciano parecía poderoso e intimidante incluso cuando no estaba enfadado. Todos en la Tierra Santa de Taixuan lo temían y lo respetaban.
Aunque era justo e imparcial durante los días normales, e incluso tenía una buena impresión de Ye Chen, no era alguien que no pudiera entender la situación actual y torcer sus principios. Entendió bien que Ye Chen había ofendido a alguien a quien no debería haber ofendido.
Entre un mísero Discípulo de la Secta Interior y un desastre que podría borrarlos de la faz de esta tierra... no fue difícil decidir cuál debían evitar.
Gu Changge asintió levemente al ver la mirada servil y complaciente del Anciano del Juicio Final.
Después de eso, volvió a su posición original, y su expresión indiferente e incalculable volvió a aparecer en su rostro.
Dejarlo dictar el destino de Ye Chen no sonaba tan mal. ¡Era solo que nunca esperó que alguien con cejas gruesas, ojos brillantes y un aura imparcial fuera el que sugiriera algo así!
Gu Changge no pudo evitar reírse en su corazón, y con eso, la fuerza majestuosa que presionaba todo también desapareció.
Ye Chen finalmente pudo ponerse de pie, pero su rostro aún mostraba su sorpresa, falta de voluntad y humillación. Su estado de ánimo actual no era diferente de lo que Gu Changge había calculado mientras Ye Chen se preguntaba por qué su Maestro no le había respondido ni una sola vez en un momento tan crítico.
¿Su Maestro también lo traicionó? ¿O incluso su Maestro tenía miedo de los antecedentes y el poder de Gu Changge?
Los pensamientos helaron el corazón de Ye Chen cuando sus ojos se volvieron fríos.
Lo peor de todo fue la actuación de Su Qingge. Desde el principio hasta el final, no había pronunciado una sola palabra mientras observaba todo lo que sucedía. Incluso tomó la iniciativa de servirle una taza de té a Gu Changge.
¡Ye Chen lo vio todo con sus propios ojos!
La Diosa que adoraba tomó la iniciativa de servir a otro hombre, y esa realidad desgarró el corazón de Ye Chen. ¿No podía ver cómo él se había escapado de la Tierra Santa de Taixuan por su bien?
El corazón de Ye Chen cayó en un abismo oscuro y frío.
……
La expresión cambiante de Ye Chen no estaba oculta para Su Qingge; ella podía decir que él la había entendido mal. Aún así, era imposible para ella poner su Secta, el lugar que la cuidó y entrenó durante más de veinte años, en peligro para Ye Chen.
Al final, solo pudo bajar la cabeza y apretar las manos, sin atreverse a mirar a Ye Chen a los ojos.
……
"Santa doncella Qingge, escuché que la luna de esta noche será maravillosa, entonces, ¿estarías dispuesto a darme un poco de cara apreciando la belleza de la luna conmigo esta noche?"
De la nada, Gu Changge pronunció esas palabras.
Las expresiones de los dos estaban a la vista para que él las viera, entonces, ¿cómo dejaría pasar una gran oportunidad? Inmediatamente puso una sonrisa amable en su hermoso e impecable rostro mientras hablaba.
Sin embargo, sus palabras sorprendieron momentáneamente a Su Qingge. Su rostro enrojeció y se sintió halagada por su repentina dulzura.
Pero pronto, vio a través de las verdaderas intenciones de Gu Changge y tembló cuando su tez palideció. Podía ver el indicio obvio de una astuta alegría en los ojos de Gu Changge. Había pronunciado a propósito esas palabras con un volumen lo suficientemente alto para que los demás las escucharan. ¡Las palabras no eran para ella, sino para Ye Chen!
Su Qingge entendió eso, pero los demás en el salón no vieron el ataque sutil escondido en sus palabras.
La gente sintió envidia hacia ella, mientras que el corazón del Santo Señor de Taixuan estalló de alegría cuando sutilmente le hizo una señal a su hija con un guiño desesperado.
Si ella pudiera recibir la fantasía de este Joven Señor, entonces su Tierra Santa de Taixuan recibirá una oportunidad sin igual, ya sea que él la haya llevado al Reino Superior o la haya dejado atrás. ¡Subirían al cielo de un solo salto!
"¡Gu Changge, bastardo despreciable y desvergonzado! ¿Solo sabes cómo intimidar a los débiles usando tu estatus y autoridad? ¡Si tienes las agallas, entonces baja tu Cultivo a mi nivel y déjanos tener un duelo justo! ¡Juro que lo haré!" matarte un día, escoria!"
A estas alturas, los ojos de Ye Chen ya se habían vuelto carmesí y parecía haber perdido la cabeza.
A pesar de que Ye Chen pronunció palabras tan duras, Gu Changge no le respondió. Simplemente bajó la mirada y sopló los vapores que se acumulaban sobre su té, sin molestarse en levantar un solo párpado para su presa.
[¡Soplo!]
Finalmente, Ye Chen ya no pudo soportar la humillación y se desmayó después de arrojar sangre por la boca.
En el momento siguiente, apareció un mensaje del sistema.
[¡Timbre! ¡Dañaste el estado mental de Ye Chen! Ye Chen perdió 100 de valor de fortuna. El anfitrión recibió 500 puntos de destino.]
[¡Oh!]
'Los Destiny Points no son tan difíciles de ganar.'
Gu Changge lentamente tomó otro sorbo de su té.
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